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Mostrando entradas de mayo 19, 2019

La Consumación de los Vencedores

La Consumación de los Vencedores   Los vencedores llevan la economía de Dios a su consumación y finalmente traen el reino de Dios. Como  vencedores, no vivimos a nosotros mismos; estamos viviendo a Dios. Mientras vivimos a Dios, vencemos  toda clase de circunstancias. En 1 Corintios, Pablo exhortó a los santos a que fueran varones plenamente  maduros y que fueran fuertes (16:13). Pablo dijo esto no sólo a los hermanos sino también a las hermanas  que estaban en Corinto. Todos necesitamos ser ese varón fuerte y plenamente maduro.  Debemos  olvidarnos de nosotros mismos debido a que Dios está en nosotros. Tenemos que vencer y obtener la  victoria sobre todas nuestras circunstancias. Luego tenemos que subyugar nuestro ambiente. Esto es  introducir y extender el dominio de Dios, el cual trae el reino de Dios. Es absurdo esperar pasivamente  que el reino de Dios venga. Dios necesita muchos vencedores para que venzan las circunstancias y  subyuguen el ambiente a fin de que Su dominio se

¿Por qué debo aceptar la disciplina?

¿Por qué debo aceptar la disciplina? Hebreos 12:7-11: "Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos... Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados". La disciplina sólo desde el punto de vista del hijo puede parecer dura. Es la reacción natural propia. Pero ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Es un derecho y un deber del papá hacerlo. Porque si el papá nos diera todo lo que le pedimos, nos hace un daño. Muchas veces el papá está obligado a decir ¡no! Si no lo hiciera, sería un pésimo padre. Incluso, un hijo sabio debiera decir: "Papá, no gastes tanto en mí. Es suficiente, papá." La disciplina es una demostración de amor. "Te amo tan

¿Por qué mis padres no me comprenden?

¿Por qué mis padres no me comprenden? (Pero... ¿me he preocupado por comprenderlos?)   ¿Sabes? Un padre siempre va a querer lo mejor para sus hijos, a menos que sea una persona muy desquiciada. Si tu padre te ha tratado mal, tal vez sea porque él no conoce al Señor. Si es así, él mismo tiene problemas mayores. Si tu padre te abandonó, es porque él mismo cayó en desgracia. Pero lo normal es que tu padre reaccione a favor de ti.   Es necesario comprender a los padres. No mires tú el regaño del papá. No mires tú esas reacciones negativas.    Piensa que ellos te tuvieron en sus brazos, te han cuidado, alimentado. Ellos trabajan por ti. Ellos se preocupan de que tengas ropa, casa, comida, que tengas una profesión. Ellos quieren lo mejor para ti.   La gran mayoría de los padres se han sacrificado por sus hijos. ¡Cuántos de los padres se abstienen! No se compran ropa muy a menudo. Hemos sabido de esposos que tienen problemas con las esposas, porque ellos quieren que ellas

¿Por qué mis padres no me dan más libertad?

¿Por qué mis padres no me dan más libertad? Lucas 16:10 dice: "El que es fiel en lo poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto." Supón que tu padre te manda a hacer la cama y tú no la haces, él bien te podría decir: "Hijo, ¿cómo voy a confiar en ti, si te mando a hacer la cama y no la haces? ¿Cómo voy a confiar que, sin que yo te vea, tú vas a hacer lo que te digo? Vas a estar lejos de mí. Si te mando a hacer algo pequeño y no lo haces. ¿Voy a confiar en ti?" El que es fiel en lo poco, es fiel también en lo mucho. Si tú obedeces en lo poco, el papá va a tener confianza en forma progresiva para ir confiando más. En algo tan simple como hacer la cama u ordenar tu pieza o levantarte a la hora que se te pide, y cumplir con las tareas del colegio. Al ser fiel en lo poco vas ganando "puntaje." La libertad es un asunto que se va ganando con la madurez, con la responsabilidad con que se asum

¿Por qué tengo que ir al colegio?

¿Por qué tengo que ir al colegio? Valor y miseria de la educación Aunque los cristianos no somos del mundo, estamos en el mundo. La vida humana plantea ciertas demandas a todos los miembros de una sociedad. Y una de esas demandas es la educación. El colegio representa la cultura; más exactamente, representa el traspaso de la cultura de la generación anterior a la generación siguiente.  Los jóvenes cristianos no pueden descuidar esta responsabilidad. El mundo en el que nos movemos es un mundo altamente tecnologizado; es un mundo donde la educación y las ciencias han alcanzado altos niveles. Es preciso que aún los hijos de Dios, y especialmente los que quieren servir a Cristo, echen mano de la educación como una herramienta necesaria. Es, por supuesto, imprescindible para efectos laborales. Y lo es más para la adquisición de ciertas destrezas básicas en el ámbito del razonamiento. El razonamiento humano tiene dos grandes áreas: el razonamiento verbal, o sea, el de la

¿Qué mensaje transmito con mi vestuario?

¿Qué mensaje transmito con mi vestuario? Todos nosotros comunicamos algo con lo que somos. No sólo con lo que decimos, sino con todo lo que somos. Los comunicólogos dicen: "Es imposible no comunicar". Tú comunicas un mensaje con tus gestos, tus actitudes, y, especialmente, con tu vestuario. Y es este un mensaje tan fuerte, que puede acallar lo que tú dices con la boca. Sócrates le recriminaba a los hombres de Atenas el que se afanasen tanto en embellecer su cuerpo, y descuidaran lo más importante: sus almas. La Escritura dice en Romanos 12:2: "No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar" (VP). El cristiano tiene una forma de pensar y de vivir diferente de la forma de pensar del mundo. El tiempo presente tiene sus vanidades de turno, pero la sabiduría de Dios es eterna. Hoy en día la apariencia tiene un valor superlativo. El vestuario ha dado lugar a toda una industria, cuyos centros están en las más

¿Cuánta televisión debo ver?

¿Cuánta televisión debo ver? La Biblia dice: "Todo me les lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica." (1ª Cor.10:23). En otro lugar dice: "Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna." (1ª Cor.6:12). En Cristo tenemos libertad, pero esa libertad tiene ciertos límites. Aquí en estos versículos podemos ver cuáles son esos límites. Dice: "Pero no todo edifica"; y luego "No todas (las cosas) convienen”... "Mas yo no me dejaré dominar de ninguna." La televisión no siempre edifica, no siempre conviene, y lo que, tal vez, es más importante, ella no debe llegar a dominarnos. Hay cosas en la T.V. que pueden, sin duda, ser de ayuda. Sea para el colegio, como conocimiento general, sea como información. Sin embargo, la mayor parte de la programación televisiva no pretende entregar información o cultura, sino, simplemente, entrete